Entradas

Mostrando entradas de noviembre 29, 2010

Crisis Económica y Derechos Humanos

Imagen
«La acumulación de pérdidas de derechos, incremento de las desigualdades, insatisfacción social y atomización es un caldo de cultivo propicio para el desarrollo de un fascismo social»  30.11.10 -  01:30  -  MARÍA JOSÉ FARIÑAS DULCE | PROFESORA DE FILOSOFÍA DEL DERECHO. UNIVERSIDAD CARLOS III La doctrina política que ha controlado la actual globalización, junto con la crisis económico-financiera a la que ella nos ha conducido, han provocado en las sociedades actuales dos tipos de escisiones: la escisión socio-económica y la escisión socio-cultural. Ambas reflejan las dos caras del mismo problema: el conflicto entre los ganadores y los perdedores de la globalización. Como consecuencia, el debate político y social se ha vuelto irreconocible y ha hecho ininteligibles para la mayoría de la población los nuevos problemas y desafíos planteados por la sociedad y la economía globales. Lo cierto es que asistimos a una mezcla de insatisfacción y temor ante una perspectiva social, laboral,

(En) la carta del visionario / Arthur Rimbaud (en castellano e italiano,correción de traducción)

- de Beatrice Niccolai, via Jose Buhardilla - (En) la carta del visionario / Arthur Rimbaud [...] El primer estudio del hombre que quiere ser poeta es su propio conocimiento, completo, el busca su alma,la indaga, la tantea, la aprende. Apenas la descubre, debe cultivarla; la cosa parece simple: en cada mente un desarrollo natural se lleva a cabo;  tantos egoístas se proclaman autores, hay muchos otros que se atribuyen su progreso intelectual! Pero se trata de hacer el alma monstruosa: como los comprachicos, en verdad! Imagínese un hombre que se implante verrugas en la cara y las cultive. Yo digo que hay que ser visionario, hacerse visionario. El poeta se convierte en un visionario a través de un  largo, inmenso y razonado desorden de todos los  sentidos. En todas las formas de amor, de sufrimiento, de locura, se busca a si mismo, agota todos los venenos en sí  mismo, para no conservar otra cosa que la quintaesencia. Inefable tortura en la que la que se necesita de t