Sobre C.M. de Alvear y otros - de Osvaldo Soriano
El país imposible El primero que intentó entregar el país a una potencia extranjera fue el director supremo Carlos María de Alvear. Unitario admirado por la rancia oligarquía porteña, su nombre se perpetúa en una de las más elegantes avenidas de Buenos Aires y en calles de todo el país. Alvear regresa al Río de la Plata en marzo de 1812 junto a San Martín. Los dos son masones y pertenecen a la Logia Lautaro pero nunca se pondrán de acuerdo en política. A los veinticinco años, Carlos María es alférez de carabineros reales de España y está emparentado con las más prestigiosas familias porteñas. Brillante, audaz, fanfarrón, sueña con llevarse la gloria de la emancipación americana. En cambio, el teniente coronel San Martín es casi un plebeyo y para congraciarse con los doctores porteños se casa con una niña de los muy respetables estancieros Escalada. La ambición de Alvear es tanta que despierta la alarma de su tío Gervasio Posadas: "Cada día estamos más aturdidos del arte e ...