Facebook ( Decodificado..? )

¿Te has preguntado alguna vez qué estás haciendo cuando estás en Facebook?
La mayoría contestaría de una forma muy lógica: comunicándome, informándome, compartiendo información, entreteniéndome, etc. Los usos de Facebook son diversos y cada uno le encuentra una utilidad diferente según sus necesidades e intereses.

Pero podríamos profundizar un poco más en el hecho de "Facebookear", para entender mejor cómo usamos nuestro tiempo.

En primer lugar, Facebook requiere de nuestra ATENCION, por lo que la quitaremos temporalmente de nuestra persona y la concentraremos en los contenidos de la pantalla del ordenador.
Cuando ponemos la ATENCION en un estímulo, inmediatamente el mismo comienza a interactuar biológicamente con nuestro cuerpo.

La interface es emocional.

Lo que veamos en la pantalla despertará un gran número de procesos biológicos que condicionarán el estado físico y mental. La carga emocional será la que determine qué proteínas fabricará nuestro cuerpo durante la sesión de Facebook.

Si ante lo que leemos sentimos malestar, se fabricarán determinadas proteínas y aminoácidos, cada emoción positiva, neutra (?) o negativa, activará una u otra función a copiar del ADN en el núcleo de cada una de nuestras células.

La maquinaria biológica  de nuestro acto de ATENCION, es asombrosa, es una industria de ensamblaje continua y que no deja de asombrarme, especialmente en la actividad al nivel del núcleo de cada célula, en el proceso de decodificación del ADN. No dejo de maravillarme de esta inteligencia que opera en nuestro cuerpo en todo momento.

Cuando te conectas a Facebook, las señales que recibes desde la pantalla de tu ordenador se convierten en señales neuroquímicas y eléctricas. Entra la información en el torrente sanguíneo y llega hasta el núcleo de las células para desenroscar las hélices de ADN, copiar la información, especificarla dentro del ribosoma y luego fabricar las proteínas. Lo que decide qué proteína fabricar es tu emoción.

Esta interface emocional es el gran descubrimiento de la ciencia en los últimos años. Teníamos "un panel de control" que no sabíamos que existía, para manejar nuestro cuerpo y aún nuestra percepción de la realidad.

Al mismo tiempo es una sabiduría ancestral que nos ha sido sistemáticamente ocultada. El mundo de las emociones es completamente biológico, químico, pero nos hicieron creer que no era algo importante.

Tu cuerpo se fabrica a través de tus emociones. Estas le dan la llave al ADN para que revele cierta información y no otra. El mundo emocional es el mundo del cuerpo, por lo que ya te darás cuenta qué importante es estar conciente de lo que sentimos.

Esto lo saben muy bien los profesionales de la publicidad y la comunicación. Por ello, en los comerciales que venden productos de todo tipo se apela a que el espectador "sienta", porque eso es lo que determinará su posterior estado y por consiguiente, su conducta.

En un mundo corporativo e industrial, las emociones son de vital importancia. Los especialistas en la bolsa de valores, saben muy bien que las subidas y bajadas de las acciones tienen poco que ver con el desempeño corporativo. El humano es un ser simbólico y es en los símbolos donde se cuecen los mercados mundiales. Es en las emociones, en la percepción de la realidad del accionista donde se juega Wall Street todos los días.

Si el inversor percibe peligro, venderá. Si percibe que la compañía va a dar un golazo, comprará. Entonces ya no importa el desempeño corporativo, sino su "imagen", el símbolo.

Lo mismo sucede con el cuerpo. No importa la realidad objetiva, sino el tipo de emoción que despierte en tí. Así, cuando se muere una persona, algunos pueden literalmente venirse abajo y otros pueden hacer una fiesta y bailar (como aún se hace en algunas culturas).
La situación es la misma: una persona se murió. Pero la "percepcion" es individual y responde a tu particular configuración que se fue formando a través de tus propias experiencias, educación, etc.

Facebook está lleno de símbolos. En el costado derecho vemos una columna donde hay publicidad de pago: está allí porque nuestra visión es semicircular superior y la dirección habitual termina a derecha. En las intefaces de los países donde se escribe de derecha a izquierda, la publicidad se coloca en la columna izquierda.

Hagamos lo que hagamos, Facebook intenta llamar nuestra atención hacia el costado derecho de la pantalla para que su reclamo sea más efectivo.

Luego tenemos que nuestro perfil está en el costado opuesto, por lo que el internauta será redirigido en su ATENCION primero hacia la publicidad y luego a la identidad del muro que está visitando o a los anuncios en rojo en el panel superior izquierdo. Así que ya sabemos cuáles son las prioridades de Facebook ;)

En el sector publicitario seremos llamados a través de muchas preguntas entre signos de interrogación para invitarnos a clickear e interactuar con el sector que aporta ingresos a la interface que estamos utilizando. No veo nada de malo en ello, de algo tiene que vivir esta empresa, pero es bueno saber cómo redirigen nuestra ATENCION hacia uno u otro sector. Pasivamente lo hacemos, leemos la  publicidad sin darnos cuenta. En ese preciso instante, ya no estamos controlando nuestro cuerpo, sino que lo que éste produce estará condicionado de antemano.

Lo mismo vemos en Google, la publicidad siempre a la derecha.

Luego, en el centro tenemos los contenidos dinámicos, la interacción colectiva, la intercomunicación. Aquí nos pasamos gran parte de las horas de conexión, leyendo, escribiendo, interactuando. Y mientras tanto, nuestro cuerpo registra en la memoria, crea nuevas redes neuronales y nuevos productos químicos que habrán de conformar "el cuerpo de hoy" que ya no será el mismo dentro de 7 horas...

Ahora, te animas a publicar algo. El individuo comunica, exhala información, es un acto unilateral que se convierte en bilateral cuando el amigo responde con un "me gusta".
Cada uno de esos "me gusta" es una aprobación, un estímulo positivo que crea un registro determinado en nuestra biología. Nuestro cerebro aprende, y cuando un estímulo es lo suficientemente repetitivo, el cerebro va reforzando las conexiones neuronales, fijando la ruta de la información a todos  los niveles biológicos. Es el principio de la adicción. Esto no es malo, es simplemente una función de supervivencia en la que estamos programados. Si el bebé no se hace adicto a la teta, se moriría.

Además de ser la forma más efectiva de aprendizaje, la repetición produce una matriz, un campo morfogenético que llega a toda la especie humana a través de la Noosfera. (Para más información sobre el alcance de los campos morfogenéticos, recomiendo leer a Rupert Sheldrake).

Luego tenemos aquellas manifestaciones de besos, abrazos y amor virtual, que contribuyen a una fabricación de proteínas y aminoácidos de buena calidad. ¡Es increíble que no valoremos a todos y cada uno de esos "besitos" o "me gusta", porque estos estímulos condicionan el funcionamiento de nuestro cuerpo!

Luego están aquellas informaciones que nos hacen sentir mal, porque nos muestran una realidad fea, las guerras, las injusticias, los horrores de nuestra humanidad. Cuando leemos esas noticias, el cerebro las incorpora en estímulos bioquímicos de mala calidad para la salud de nuestro cuerpo. Lo mismo, si hay exceso de repetición, el cuerpo termina por enfermarse, porque las substancias que produce son tóxicas.

No creas que ésto no te ocurre a tí, nadie puede escapar de la actividad de la inteface emocional. Aún cuando crees que algo no te afecta, tu cerebro lo toma subliminalmente y lo procesa.

Entonces, ¿cómo podemos hacer para que nuestro cuerpo fabrique mejores proteínas? ¿Cómo podemos "engañar" a la célula, para que el ARN que se produzca en ella lleve mensajes "sanos" al resto del sistema?

Bueno, la calidad de los contenidos es fundamental. En primer lugar tengo que revisar ¿qué estoy aportando a los demás en lo que comparto y escribo? (en este nuevo paradigma el trabajo es personal e individual para llegar a una conciencia unificada). ¿Estoy brindando buenos contenidos que ayudan a ser interpretados por las emociones de los demás como algo positivo?

¿En qué grupos me estoy metiendo? ¿En los que está fundamentados en la crítica, el miedo o el odio? ¿O en los que me ayudan a estimular mi amor, mi bienestar y mi salud?

No digo que no hay que mirar la realidad. En el mundo pasan cosas horribles y muchos queremos estar informados. Sin embargo, la información hoy está en manos de corporaciones que nos ven como a números. No hay un interés corporativo que tenga que ver con nuestras emociones sino para controlarlas. El único objetivo de una corporación es generar beneficios, no hay ética. ni emociones, ni humanidad que sea tenida en cuenta cuando hablamos de una corporación. Si bien está formada por individuos, la corporación es un "estado" en el que el objetivo del individuo se transmuta por el objetivo corporativo. Aquí es todo helado, seco y no cabe otra cosa que no sea generar beneficios. Las corporaciones son máquinas de picar carne humana.

Por ello, deberé ser muy cuidadosa al filtrar la información. Y Facebook me permite filtrar, porque me permite salir de conexiones que no me aportan algo positivo. También me permite limpiar mi muro de intervenciones híbridas o negativas.

Muchos pasamos varias horas de nuestro día aquí metidos interactuando, y muchos no sabemos de la importancia que tiene la percepción de esta micro-macro realidad de Facebook, para el devenir cotidiano de nuestra vida.

Un buen método es conectarse, pero sin perder la conexión con uno mismo. Cuando yo me conecto siempre hago lo mismo. Primero respiro hondo y pongo toda mi atención en mi cuerpo. La postura, si tengo sed o no, etc. Luego, cuando entro, hago una selección inmediata de estímulos que considero positivos, descartando mi atenciòn de aquellos en los que no veo ningún aporte.

En cuanto siento algún malestar, me detengo: no sigo. Vuelvo a mi cuerpo ¿qué pasa? ¿qué me pasa?

Y sigo con el escanner permanentemente en mí y en mis emociones. Porque son mis emociones las que están en juego y por lo tanto la salud de mi cuerpo el día de hoy.

Pero aún hay más: las decisiones.

Las decisiones vienen configuradas por mi estado biológico, no sólo por el estado mental (aunque cuerpo y mente son una sola entidad), y por ello, las emociones que sienta hoy me llevarán a tomar unas u otras decisiones durante el día y puede que durante los días que siguen.

No voy a extenderme más, sin embargo me pareció importante escribir ésto hoy, porque puede que muchos no seamos concientes de que interactuar en Facebook es estimular emociones y eso se traduce en crear estados biológicos. Es automático, no es algo que se puede controlar fácilmente, y eso que le llaman "inteligencia emocional" es una técnica que lleva muchos años de aprendizaje y práctica.

Luego está la expansión. La interface de Facebook está diseñada para la expansión viral. Es un método marketinero, es una red. Cuando "comparto" una información, la estoy publicando en más canales que a su vez podrán comunicar esa información a más canales, es un sistema viral de contagio, de copia.

Pero no sé si te has fijado, que cada vez que compartes algo, puedes agregarle tu peronal e irreductible comentario: un matiz personal.

No voy a hablar aquí de conspiración y de cómo somos registrados por el Gran Hermano, eso se lo dejo a los seguidores de David Icke que lo tienen más masticado que yo. Pero sí, de que al poder matizar lo que copiamos, le estamos agregando una opnión personal que también se extenderá por la red. Estos matices van a formar parte de lo que los antropólogos y etólogos  llaman  "conciencia de manada", porque nuestra opinión influirá en la percepción del siguiente lector.

Fíjate cuántas personas comparten la información sin ni siquiera leerla, o sólo habiendo leído el titular...

¿No hay cierta responsabilidad individual que ejercer? Porque Facebook es una comunidad. Y no es solamente una interface para el regodeo mental o intelectual, Facebook es una interface inmediatamente biológica desde el momento en que ponemos nuestra ATENCION en ella.

Es nuestra ATENCION la que integra (seguida de nuestra emoción) la tecnología al cuerpo.

Al menos es un primer paso, darse cuenta que lo que uno comparte en Facebook, puede influir en las proteínas que sus amigos y contactos fabricaránen sus propios cuerpos ese día.  El poder de las palabras y las imágenes es biológico. ¿Interesante no?

Nuestra responsabilidad es grande.

Por Bianca Atwell

(Gracias Jose Buhardilla!)

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