Carta abierta a Barack Obama por Adolfo Perez Esquivel

Agregado: nobleza obliga, no me consta la autenticidad de esta carta: si bien la vi publicada nada menos que por el gran publicista y cinesta argentino Eliseo Subiela no la veo -aun al menos- en su sitio web oficial: 


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De igual a igual...de un Premio Nobel de la Paz a otro a mi entender Indigno de el pero tal parece que los Nobeles los sortearan o algo desde hace unos años a esta parte...
Felicito a Nuestro A. Perez Esquivel por la Altura y a la vez modestia y gran sensatez con la que le dió Cátedra a este...bueno, este.





Carta abierta a Barack Obama Por Adolfo Perez Esquivel

Estimado Barack:

Al dirigirte esta carta lo hago fraternalmente y a la vez para expresarte la preocupación e indignación de ver cómo la destrucción y muerte sembradas en varios países, en nombre de la “libertad y la democracia”, dos palabras prostituidas y vaciadas de contenido, terminan justificando el asesinato y es festejado como si se tratase de un acontecimiento deportivo.
Indignación por la actitud de sectores de la población de los EE.UU., de jefes de Estado europeos y de otros países que salieron a apoyar el asesinato de Bin Laden, ordenado por tu gobierno y tu complacencia en nombre de una supuesta justicia.
No buscaron detenerlo y juzgarlo por los crímenes supuestamente cometidos, lo que genera mayor duda; el objetivo fue asesinarlo.
Los muertos no hablan, y ante el miedo a que el ajusticiado pudiera decir cosas no convenientes para los EE.UU., la salida fue el asesinato y asegurar que “muerto el perro se terminó la rabia”, sin tener en cuenta que no hacen otra cosa que incrementarla.
Cuando te otorgaron el Premio Nobel de la Paz, del cual somos depositarios, te envié una carta que decía: “Barack, me sorprendió mucho que te hayan otorgado el Nobel de la Paz, pero ahora que lo tienes debes ponerlo al servicio de la paz entre los pueblos; tienes toda la posibilidad de hacerlo, de terminar las guerras y comenzar a revertir la grave situación que vive tu país y el mundo”.
Sin embargo has incrementado el odio y traicionado los principios asumidos en la campaña electoral ante tu pueblo, como poner fin a las guerras en Afganistán e Irak y cerrar las cárceles en Guantánamo y Abu Graib en Irak. Nada de eso has logrado hacer; por el contrario, decides comenzar otra guerra contra Libia, apoyada por la OTAN y la vergonzosa resolución de las Naciones Unidas de apoyarla; cuando ese alto organismo, empequeñecido y sin pensamiento propio, ha perdido el rumbo y está sometido a las veleidades e intereses de las potencias dominantes.
La base fundacional de la ONU es la defensa y promoción de la paz y dignidad entre los pueblos. Su preámbulo dice: “Nosotros los pueblos del mundo…”, hoy ausentes de ese alto organismo.
Quiero recordar a un místico y maestro que tiene en mi vida una gran influencia, el monje trapense de la Abadía de Getsemaní en Kentucky, Tomás Merton, quien dice: “La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme masa de basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos comenzar a ver. Si no vemos no podemos pensar”.
Eras muy joven Barack durante la Guerra de Vietnam; tal vez no recuerdes la lucha del pueblo norteamericano por oponerse a la guerra.
Los muertos, heridos y mutilados en Vietnam hasta el día de hoy sufren sus consecuencias.
Tomás Merton decía –frente a un matasellos del correo que acababa de llegar, The U.S. Army, key to peace, “El ejército estadounidense, clave de la paz”–: ningún ejército es clave de la paz. Ninguna nación tiene la clave de nada que no sea la guerra. El poder no tiene nada que ver con la paz. Cuando más aumentan los hombres el poder militar, más violan la paz y la destruyen.
He compartido y acompañado a los veteranos de guerra de Vietnam, en particular a Brian Wilson y sus compañeros, quienes fueron víctimas de esa guerra y de todas las guerras.
La vida tiene ese no sé qué de lo imprevisto y sorprendente, de la fragancia y belleza que Dios nos dio para toda la humanidad y que debemos proteger para dejar a las generaciones futuras una vida más justa y fraterna; restablecer el equilibrio con la Madre Tierra.
Si no reaccionamos para cambiar la situación actual de la soberbia suicida, arrastrando a los pueblos a recovecos profundos donde muere la esperanza, será difícil salir y ver la luz. La humanidad merece un destino mejor.
Sabes que la esperanza es como el loto que crece en el fango y florece en todo su esplendor mostrando su belleza. Leopoldo Marechal, ese gran escritor argentino, decía que “del laberinto se sale por arriba”.
Y creo, Barack, que después de seguir tu ruta equivocando caminos, te encuentras en un laberinto sin poder encontrar la salida y te entierras más y más en la violencia, en la incertidumbre, devorado por el poder de dominación, arrastrado por las grandes corporaciones, el complejo industrial militar, y crees tener el poder que todo lo puede y que el mundo está a los pies de los EE.UU. porque impone la fuerza de las armas, e invades países con total impunidad. Es una realidad dolorosa, pero también existe la resistencia de los pueblos que no claudican frente a los poderosos.
Son tan largas las atrocidades cometidas por tu país en el mundo que daría tema para largo, es un desafío para los historiadores que tendrán que investigar y saber de los comportamientos, política, grandeza y pequeñeces que han llevado a EE.UU. al monocultivo de las mentes que no le permite ver otras realidades.
A Bin Laden, supuesto autor ideológico del ataque a las Torres Gemelas, lo identifican como el Satán encarnado que aterrorizaba al mundo y la propaganda de tu gobierno lo señalaba como el “eje del mal”, y eso le ha servido para declarar las guerras deseadas que el complejo industrial militar necesita para colocar sus productos de muerte.
Sabes que investigadores del trágico 11 de septiembre señalan que el atentado tiene mucho de “autogolpe”, como el avión contra el Pentágono y el vaciamiento anterior de las oficinas de las Torres; atentado que dio motivo para desatar la guerra contra Irak y Afganistán y ahora contra Libia; argumentando en la mentira y la soberbia del poder que todo lo hacen para salvar al pueblo, en nombre de “la libertad y defensa de la democracia”, con el cinismo de decir que la muerte de mujeres y niños son “daños colaterales”. Eso lo viví en Irak, en Bagdad con los bombardeos a la ciudad y el hospital pediátrico, y en el refugio de niños que fueron víctimas de esos “daños colaterales”.
La palabra vaciada de valores y contenido, por lo que al asesinato lo llamas muerte y dices que por fin EE.UU. ha “muerto” a Bin Laden. No trato de justificarlo bajo ningún concepto, estoy en contra de todo terrorismo, tanto de esos grupos armados, como del terrorismo de Estado que tu país ejerce en diversas partes del mundo apoyando a dictadores, imponiendo bases militares e intervenciones armadas, ejerciendo la violencia para mantenerse por el terror en el eje del poder mundial. ¿Hay un solo “eje del mal”? ¿Cómo lo llamarías?
¿Será por ese motivo que el pueblo de los EE.UU. vive con tanto miedo a las represalias de quienes llaman el “eje del mal”? El simplismo e hipocresía de justificar lo injustificable.
La paz es una dinámica de vida en las relaciones entre las personas y los pueblos; es un desafío a la conciencia de la humanidad; su camino es trabajoso, cotidiano y esperanzador, donde los pueblos son constructores de su propia vida y de su propia historia. La paz no se regala, se construye, y eso es lo que te falta, muchacho: coraje para asumir la responsabilidad histórica con tu pueblo y la humanidad.
No puedes vivir en el laberinto del miedo y la dominación de quienes gobiernan los EE.UU., desconociendo los tratados internacionales, los pactos y protocolos, de gobiernos que firman pero no ratifican nada y no cumplen ninguno de los acuerdos, pero hablan en nombre de la libertad y el derecho.
¿Cómo puedes hablar de la paz si no quieres cumplir con nada, salvo los intereses de tu país?
¿Cómo puedes hablar de la libertad cuando tienes en las cárceles a prisioneros inocentes, en Guantánamo, en los EE.UU., en las cárceles de Irak, como la de Abu Graib, y en Afganistán?
¿Cómo puedes hablar de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos cuando los violas permanentemente y bloqueas a quienes no comparten tu ideología y deben soportar tus abusos?
¿Cómo puedes enviar fuerzas militares a Haití después del devastador terremoto y no ayuda humanitaria a ese sufrido pueblo?
¿Cómo puedes hablar de libertad cuando masacras a los pueblos del Medio Oriente y propagas guerras y torturas, en conflictos interminables que desangran a los palestinos e israelíes?
Barack: mira para arriba de tu laberinto, puedes encontrar la estrella que te guíe, aunque sepas que nunca podrás alcanzarla, como bien lo dice Eduardo Galeano.
Busca ser coherente entre lo que dices y haces, es la única forma de no perder el rumbo. Es un desafío de la vida.
El Nobel de la Paz es un instrumento al servicio de los pueblos, nunca para la vanidad personal.
Te deseo mucha fuerza y esperanza, y esperamos que tengas el coraje de corregir el camino y encontrar la sabiduría de la paz.

Buenos Aires, 5 de mayo de 2011

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Adjunto esta otra carta suya anterior que Si es oficial pues la saqué de su sitio web y considero de interés y relacionada:

Carta al Comité Nobel

El pasado 6 de enero hice llegar al Comité Nobel la postulación de Evo Morales Ayma, para el Premio Nobel de la Paz 2010, tal como lo informé en la conferencia de prensa realizada el 16 de marzo en el Centro Cultural de la Cooperación.
En esa oportunidad, además de dar a conocer la noticia, hablamos de la convocatoria a una comisión para apoyar a través de una campaña, esa postulación.
Por esta razón me dirijo a usted/es, a fin de solicitarle su apoyo y participación en esta campaña, que creemos necesaria por la importancia que tiene el Nobel de la Paz para el pueblo de Bolivia y para su Presidente Evo Morales Ayma.  Ustedes conocen seguramente el trabajo que viene llevando a cabo en su país, su compromiso con los pueblos latinoamericanos y su acción no-violenta en defensa de los derechos humanos.  Esto nos impulsa a apoyar este reconocimiento internacional, como una contribución nuestra y de nuestras organizaciones sociales y políticas, a la tan necesaria integración latinoamericana.
Adjunto una carta modelo dirigida al Comité Nobel, que pueden trascribirla o con una redacción similar, que puede/n enviarla con papel membretado (en caso de ser una organización), como manera de respaldar esta nominación, y remitirnos copia de la misma a nuestra casilla: evonobelpaz2010@gmail.com
Al mismo tiempo, queremos comprometerl@/s para participar de algunas actividades que iremos organizando y que le haremos saber con la debida anticipación.
Esperando que juntos podamos apoyar a este hermano indígena, líder político de nivel continental, les hago llegar mi fraterno saludo de Paz y Bien.

Adolfo Pérez Esquive| Premio Nobel de la Paz

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