Cruce Darín - CFK Emblemático sobre clima en Argentina



Es el deseo de muchos. Mas allá de lo que dice, este artículo trata de lo que no dice: el clima de crispación que impera generado por la PresidentE, solo ella es la responsable no nos engañemos.
Mas allá de que como dice Darín "no soy oficialista ni opositor pero hay que ser uno u otro, no se puede ser independiente y pensar distinto": eso es lo que Harta, asi no funciona una Democracia, con soberbia, altanería, falsedades como la de la "inclusión y generación de empleo" y las que propala el IndeK, demagogia, aplaudidores y todo eso del lado presidencial.
Tampoco funciona con las corporaciones (y mucho menos con las fuerzas armadas) en el poder, sabemos adónde conduce eso.
En lo concreto: la causa sobre la que habla CFK se cerró con solo "pericias de oídas" o sea: sus contadores "contándoles" los balances a los funcionarios judiciales, sin un solo papel, sin pruebas, sin nada.
Y ya es como demasiado, uno se cansa de que por todos lados pretendan tomarlo por Estúpido, además de volverle la vida invivible sin mover un solo dedo para que eso mejore pero insistiendo en que "estamos bien". Acaso no estoy situado en la realidad y contexto de mi día a día? Yo si. CFK y el resto de su séquito: NO.
No soy, no somos escuchados. Eso dispara desde cacerolazos hasta marchas y contramarchas en la calle y en los hechos las dan ellos. Y Hartan.


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Ricardo Darín: "Quisiera que alguien me explicara el crecimiento patrimonial de los Kirchner"


Fuente Diario La Nacion:



El actor reflexiona sobre el momento político y social actual y sostiene: "A mí me preocupa esto de que tenés que ser de uno o de otro. No tener derecho a tener una posición diferente"
Es considerado uno de los actores más taquilleros del cine argentino y en pocos días, a sus 55 años, regresa de lleno a la pantalla grande con un nuevo thriller: Tesis sobre un homicidio. Ricardo Darín es carismático, tiene chispa y sobre todo talento. En una entrevista que concedió a la revista Brando el actor de El secreto de sus ojos habló sobre la realidad política y social del país y, con críticas al Gobierno, opinó que "estamos viviendo un momento bisagra".
"Somos un país niño: necesitamos un papá. Necesitamos a alguien que nos diga cómo se tienen que hacer las cosas", señaló el actor en diálogo con la revista. Y en un tono crítico aseveró: "Parece que no aprendimos un sorete, porque es tan loco plantear como planteaban algunas minorías ciertas actitudes intempestivas y anacrónicas como del otro lado creer porque te votó el 54%, te la mandé a guardar, bancátela, y te la tenés que fumar".
En esa misma línea y con el mismo tono, el actor manifestó: "Te dicen lo que tenés que pensar y en qué dirección, y si no estás de acuerdo sos un hijo de puta". "El comienzo del camino al fanatismo es este. Creer que todo lo que no se alinea o no está en armonía con su pensamiento se construye casi como el enemigo. No para vencerlo, para eliminarlo. Y eso me asusta", completó.
A mí me preocupa esto de que tenés que ser de uno o de otro. No tener derecho a tener una posición diferente. ¿Pero quién sos? ¿Qué te pasa?
"La historia de nuestro país está dividida entre Boca y River", señaló con cierto desencanto. Poco después, se preguntó para sí lo siguiente: " ¿Cómo puede ser que nosotros no nos pongamos de acuerdo para administrar con corrección?". Y señaló: "A mí me preocupa esto de que tenés que ser de uno o de otro. No tener derecho a tener una posición diferente. ¿Pero quién sos? ¿Qué te pasa?".
El actor se mostró crítico en varias partes de la entrevista y señal: "Yo quisiera que alguien me explicara el crecimiento patrimonial de los Kirchner".
En tanto, al hacer alusión al mandato de Cristina Kirchner, aseveró: "Estamos viviendo un momento bisagra. Creo que este Gobierno tiene la oportunidad histórica de decir: Bueno, muchachos, tenemos este país, terminemos con los prejuicios heredados, saquémonos la careta y vamos para adelante".
Y más tarde, sobre la jefa del Estado expresó: "Todos hablan de Cristina, pero yo no sé si el tema es Cristina. Yo creo que ella tiene un grupo de asesores que están todo el día laburando, o haciendo que, y son los que le llevan la comida predigerida; me parece que a esos hay que hablarles, pero no estoy seguro de que ellos quieran escuchar a nadie". Y agregó: "Yo quiero que le vaya como los dioses. Yo quiero que timonee, que convoque, que baje la adrenalina, que llame a una reconciliación"
Por último, entre otras cuestiones, Darín opinó sobre la ley de medios y expresó: "Esta es una guerra entre poderes. Yo creo que está bien que haya una ley de medios, yo creo que está bien que no haya un pulpo que se quede con todo". "No comparto que esté todo direccionado a combatir un aspecto nada más y no se considere el resto del panorama. O que se esté beneficiando a otro sector para convertirlo en el sustituto del monopolio que vos querés combatir", señaló. Y completó: "Lo que no me gusta es la demonización, la caza de brujas".
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La respuesta de la Presidente de la Nación Argentina Dra. Cristina Fernández de Kichner tomada de su perfil de facebook y reproducida por numerosos medios convencionales.
Nótese el tono de crispación contenida, con la intención de "sobrar" a su interlocutor cual si de "un niño" pero que debe ser muy tonto además se tratase en un patético intento de "sintonizar" con su interlocutor (esto lo sabía hacer Perón...pero lo hacía bien al igual que la rata infame de los 90's) colgándose de una sola acusación fundada y yéndose eternamente por las ramas:
https://www.facebook.com/notes/cristina-fernandez-de-kirchner/una-respuesta-al-actor-ricardo-dar%C3%ADn-sobre-las-declaraciones-juradas-de-los-kirc/564196930274844

Una respuesta al actor Ricardo Darín sobre las Declaraciones Juradas de "Los Kirchner" (sic).
de Cristina Fernandez de Kirchner, el domingo, 6 de enero de 2013 a la(s) 20:17 ·
El Calafate, 5 de enero de 2013
Estimado Ricardo Darín
De mi consideración,
Quiero en primer término felicitarlo una vez más por su trayectoria artística y por haber dado al cine argentino memorables actuaciones. Entre otras, El Secreto de sus Ojos y un Cuento Chino me parecen interpretaciones, sobre todo esta última, que no sólo evidencian su enorme talento sino que han logrado premios y reconocimiento internacional a nuestro cine.
¿No sé si sabe que soy una cinéfila total?
Pero bueno, como usted imaginará no le envío la presente sólo para comentarle la cartelera cinematográfica. Si. Acertó. He querido escribirle luego de leer en varios periódicos del día de hoy sus inquietudes e interrogantes: “Declaraciones sobre política del protagonista de la Luz de tus Ojos. Darín: Que alguien me explique el crecimiento patrimonial de los Kirchner”, titula hoy Clarín en página 24. Se ve que quien escribe la columna, que por otra parte no tiene firma, no ha visto sus películas, no por lo menos la que yo considero una de las más lindas, porque confunde el título. Vio. Nada que ver.
No quiero apartarme de una de las cuestiones centrales de sus preocupaciones: “Que alguien me explique el crecimiento patrimonial de los Kirchner”.
Es obvio que, por razones de público, notorio y doloroso conocimiento, - esto último por lo menos para algunos argentinos -, la única que le puede responder soy yo, Cristina. Y es precisamente una de las razones que más me movilizaron y decidieron a hacerlo. Es tan difícil que alguien que no está pueda defenderse que usted entenderá los motivos por los que le escribo.
Ricardo, permítame llamarlo por su nombre de pila como usted lo hace conmigo en su entrevista en la revista Brando, porque es más amigable y aleja toda posibilidad de pelea y confrontación que tanto parecen afectarlo. No quiero imaginar cómo se sentiría usted si alguien llevara carteles escritos por la calle insultándolo, deseando su muerte o festejando la de su compañero de toda la vida como me ocurre a mi en algunas manifestaciones opositoras. ¿Nunca vió alguna? Seguro que sus múltiples ocupaciones y compromisos propios de un artista exitoso le restan tiempo para una observación más completa de la realidad, pero no se preocupe, tampoco es culpa suya, seguramente los medios que usted lee no publican esa información.
Pero sigamos con el tema del crecimiento patrimonial. Quiero decirle que no ha habido funcionarios públicos, sean políticos, gobernadores, legisladores, intendentes, jueces o jefes de gobierno más denunciados penalmente e investigados por la justicia argentina en materia de enriquecimiento, que quien fuera mi esposo y compañero de toda la vida, y quien le escribe. No sólo se investigó a fondo sino que también se designó al cuerpo de peritos de la Corte Suprema de la Nación para que realizara pericias contables, que duraron meses, y concluyeron que no se había cometido ningún acto ilícito, lo que obligó al juez a desestimar las denuncias.
Nunca en toda la historia política de la Argentina se ha podido acceder a las Declaraciones Juradas de un funcionario público con mayor facilidad, frecuencia y publicidad que a las de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
Ríos de tinta, fotografías, y todo lo que uno pueda imaginar en torno a una Declaración Jurada. Lo desafío a que intente encontrar lo mismo de algún funcionario público opositor ma non troppo, juez, gobernador, legislador o intendente.
Mire Ricardo, sin ir más lejos hoy otro diario, La Nación, propietario de la revista Brando donde usted formuló las declaraciones que llamaron mi atención, publica en su página 16 un reportaje al Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. No sólo me enteré de que mantiene sus ahorros en dólares (está en todo su derecho a hacerlo) sino que cuando el periodista le preguntó por el monto de sus divisas, se rehusó a contestar y declaró que el monto figura en su Declaración Jurada, que es pública. En un apartado de la nota los periodistas se se muestran luego sorprendidos porque además, cuando pretendieron acceder a la información, no se les permitió hacerlo.
Nadie parece preocuparse por ninguna otra Declaración Jurada que no sea la de “Los Kirchner” (sic). Sólo se conocen fotos de las casas en que vivíamos nosotros, y ahora habito solamente con mi hija. ¿Se publican fotos de las casas de gobernadores, jueces, altos magistrados, intendentes, concejales, legisladores actuales o de mandato cumplido? Sin embargo todo el país conoce mi casa, la de Rio Gallegos, y a pesar de que a pocas cuadras y en el mismo barrio viven dos legisladores de la oposición en casas mucho más importantes que la mía, nunca se vió una foto. ¿No le parece raro, Ricardo? Ni hablar de mi casa de El Calafate. Vió que los medios nunca van al Delta, Punta del Este, Miami. ¿Es extraño verdad?
Siempre me pregunto por qué siguen también la vida de mis hijos, dónde van, con quién, y nadie parece preocuparse de la vida rumbosa que esposas, hijos, hijas y otras yerbas de otros políticos llevan adelante en fiestas y viajes permanentes que parecen no tener fin. ¿No le llama la atención? Me parece que las personas con tantas inquietudes e interrogantes deberían observar estas cosas. Pero sabe qué, después de todo, el haber sido y seguir siendo los únicos funcionarios públicos observados y fotografiados con tanta tenacidad, nos ha permitido demostrar que vivir en un país donde el único político investigado es el Presidente (o la Presidenta, como me gusta decir a mi), significa que vivimos con la más absoluta libertad. Eso sí, con la información más retaceada sobre otros funcionarios.
Sería bueno, sano y transparente para el sistema democrático si todas las Declaraciones Juradas de gobernadores, intendentes, jueces, magistrados, ministros de la corte, estuvieran a disposición de toda la sociedad, publicadas, analizadas y publicitadas como siempre lo son las de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
Usted quería que alguien le explicara. Ya se lo hemos explicado a la Justicia y a peritos de la Corte. Descarto, Ricardo, que usted confía en la Justicia. Usted mismo fue acusado y detenido por un juez en marzo de 1991, por el delito de contrabando de una camioneta que ingresó al país con una franquicia especial para discapacitados. Perdón, no le deseo el mal a nadie, pero menos mal que no estábamos “Los Kirchner” en el gobierno, o hubiera sido considerado una persecución política. ¿Lo recuerda? La verdad yo lo había olvidado, con tantas cosas en la cabeza, pero hoy entré a clarín.com y leí la nota “Un fallo benefició a Darín”, algunos de cuyos párrafos le transcribo:
Los jueces de la Sala A de la Cámara, Nicanor Repetto y Edmundo Gendler, consideraron que por el paso del tiempo la acusación contra el actor está prescripta. Pero se preocuparon por aclarar que el actor sabía que estaba comprando la camioneta en forma irregular.
"Debe descartarse bajo todo punto de vista la buena fe de la compra", apuntaron los jueces. Y advirtieron que el actor "tuvo una actitud claramente responsable".
Lo que leí y me llamó la atención en la entrevista de Brando, es su convocatoria a una reconciliación. Y disculpe si le digo que soy yo la que me gustaría que explicara que significa para usted “reconciliación” (no se sienta presionado o intimidado, si prefiere no hacerlo está en todo su derecho). Porque no vivimos en un país niño, como ha dicho usted y es el título de la nota de la revista Brando, sino en un país democrático donde cada uno es libre de decir lo que se le de la gana, y le aclaro que me encanta vivir así y no como lo hicimos durante los años de la dictadura. Por eso, ¿Cómo llamaría usted a un país donde nadie hablaba excepto las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo? Si este es un país niño, ¿aquel qué sería, un país in vitro?
Sigamos con el tema de la reconciliación. Me interesa saber a que qué se refiere. ¿A los juicios de lesa humanidad? Porque ha habido alguna jerarquía eclesiástica que se ha referido a terminar con los juicios por la memoria, verdad y justicia utilizando justamente el término “reconciliación”. O tal vez usted se refiera a que me reconcilie con quienes me desean la muerte, festejan la de Néstor o les gustaría destituirme. ¿No sería mejor pedir que cesen los insultos, las agresiones, los golpes a periodistas o la falta de respeto a la voluntad popular?
La palabra “reconciliación” goza de múltiples acepciones. ¿Con quiénes deberíamos reconciliarnos? Porque créame, no estoy peleada con nadie, aunque sí es público y claro que existen diferencias de pensamiento con respecto a nuestro proyecto de país, políticas públicas, la memoria, verdad y justicia... y eso es vivir en un país democrático. No ponerse de acuerdo también es un derecho, como lo es resolver de acuerdo a la voluntad y responsabilidad que el voto popular le ha asignado a cada uno, sin la menor soberbia, simplemente con la responsabilidad que me otorga la Constitución Nacional.
Usted define que el problema de nuestro país es la falta de “tolerancia”. Hubo un tiempo en que yo usaba esa palabra, sin embargo me di cuenta de que la significación de tolerar, era algo así como que te aguanto porque no me queda otro remedio, entonces decidí cambiarla por “aceptación”. Aceptar al otro, al diferente, al que piensa y actúa diferente. Piénselo, es más positivo que tolerar.
¿Recuerda usted algún otro momento del país con tanta libertad, libertad de palabra, de pensamiento y de acción?¿Recuerda usted que se haya tratado a un Presidente de la Nación como se me trata a mi desde medios, dirigencia opositora, etc.? No crea que me molesta, yo he vivido cuando era joven otro país que era el que cantaba Charly cuando decía “Los que están en los diarios pueden desaparecer, los que están en la radio pueden desaparecer, los amigos del barrio pueden desaparecer, pero los dinosaurios van a desaparecer”. Afortunadamente ya no estamos en esa etapa del país, aunque algunos dinosaurios resisten, atacan, impiden y algunas cosas peores. Estoy segura de que a usted los dinosaurios tampoco le gustan.
No lo distraigo más. Usted se preguntará y esta mujer, con todo lo que tiene que hacer, se ocupa de escribirme... Y debo reconocer que soy un poco cholula y usted es uno de mis actores preferidos. Hoy es sábado 5 de enero, víspera de Reyes, estoy en El Calafate, leí los diarios y me pregunté, por qué no explicarle a Ricardo Darín, algo que lo tiene tan preocupado.
Con todo mi respeto y admiración.
Cristina Fernández de Kirchner
Presidenta de la Nación Argentina
P.D.: Podría haberle contado también como se encontraba nuestro país en mayo de 2003 cuando Néstor Kirchner asumió con apenas el 22% de los votos, pero como nunca lo había escuchado hacer declaraciones políticas antes, en su extensa y exitosa trayectoria, supongo que debía estar más de acuerdo con el otro país que con este. No lo tome como reproche, está en todo su derecho. Ah! Me dijeron que su nueva película, un thriller (le aclaro que me encantan), es muy buena y desde ya me atrevo a recomendarla. Atentamente y con la misma consideración de siempre.

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Fuente: Revista "Brando" del Diario La Nación, la tapa de este número está arriba:


Acá cambié el orden de la nota de Revista Brando: justo aquí abajo se lee lo relevante de la polémica, luego el resto de la entrevista:

Brando: ¿Qué cosas te irritan? 
 
Darín: Yo quisiera que alguien me explicara el tema del crecimiento patrimonial de los Kirchner. ¿Cómo no se les cae la cara de vergüenza? ¿Cómo puede ser?  
Brando: Es violento.  
Darín: Eso es violento. Y, además, les estamos pidiendo a los mismos de siempre, o sea, a los pobres, que sigan soportando.  
Brando: Por un lado, un crecimiento patrimonial obsceno y, por otro, viajamos como sardinas en los trenes.

(nota: el periodista y Darín olvidan u omiten entre otros episodios que por suerte no fueron desgracias con víctimas la Tragedia de Once: el choque del tren contra los parantes de la estación terminal que causó al menos 50 muertos y 676 heridos el  ocurrido el miércoles 22 de febrero de 2012 a las 08:33 a.m., cuando el tren Nº 3772, identificado con la chapa 16, que se encontraba llegando a la plataforma número 2 de la estación de Once, no logró detener su marcha y colisionó con los sistemas de paragolpes de contención de la estación. La formación, de ocho vagones, transportaba en plena hora pico a más de 1200 pasajeros a bordo en que fallecieron 51 personas y más de 703 resultaron heridas.
Darín: El otro día se dieron cuenta de que las llaves que había que cambiar en los rieles eran de 1931. Con cables que están enfundados en tela.  
Brando: Lo curioso es que señalar esto no significa desaprobar otras cosas positivas, pero la reacción, a veces, es tan virulenta que termina desalentando cualquier crítica hecha con buena leche.  
Darín: Claro, lo raro es que probados intelectuales, que en el pasado se dedicaron a investigar el crecimiento patrimonial de muchos funcionarios, hoy en día no estén para medir lo que pasa. Es sospechoso. Igual, me alejo del facilismo de que es por guita.  
Brando: Vos decís que son solamente grupos de poder los que se pelean.  
Darín: Esta es una guerra entre poderes. Yo creo que está bien que haya una ley de medios, yo creo que está bien que no haya un pulpo que se quede con todo. Lo que no comparto tanto es que esté todo direccionado a combatir un aspecto nada más y no se considere el resto del panorama. O que se esté beneficiando a otro sector para convertirlo en el sustituto del monopolio que vos querés combatir. Lo que no me gusta es la demonización, la caza de brujas.  
Brando: Pareciera que el microclima no permite mirar en perspectiva, sino todo lo contrario.  
Darín: ¿Sabés qué pasa? Vos te podés mandar una cagada, se aprende mucho de eso. Pero no te creas nunca el más vivo. Yo me pregunto si no hay nadie que vaya y le diga: "Oiga, no diga esto. Va a herir susceptibilidades, va a dañar a mucha gente. Es mejor decirlo de otra forma". Cobran sueldos monumentales. Tienen secretarios. Son gente que se dedica a asesorar.  
Brando: Bueno, vos pedís amor, pero eso es precisamente lo que son incapaces de dar. El amor solo aparece esporádicamente en situaciones de solidaridad.  
Darín: Sí, y los primeros que salen a ayudar son los tipos que menos tienen. De ellos hay que aprender.  
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Diría que si, ya estuvo "papá Perón" y varios mas y ahora hay Mamá.Después, cuando estalla todo como en 2001 el "dosmilunazo" con caceroleros reclamando ahorros mal o bien habidos, con un país en llamas, saqueos en supermercados, el pueblo reprimido en la plaza y hasta muertos nos comportamos como "la percanta engañada". Nos sucedió también en el '89 y antes.

Dicen que la mayoría no se equivoca.

También dicen que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen.

Yo digo que no aprendemos mas.



Ricardo Darín: "Somos un país niño"
A los 55 años y alejado de cualquier bandera política, el gran actor argentino repasa este momento social convulsionado y lanza algunas pistas de las que para él son las falencias del Ser Nacional. Amor escepticismo y prudencia en la era del fanatismo ideológico. 
A los 55 años y alejado de cualquier bandera política, el gran actor argentino repasa este momento social convulsionado y lanza algunas pistas de las que para él son las falencias del Ser Nacional. Amor escepticismo y prudencia en la era del fanatismo ideológico.
Por Pablo Perantuono
Fotos: Vera Rosemberg y Mariana Eliano
Producción: Pía Rey


Eran agitados esos días de diciembre del encuentro con Ricardo Darín. El 7D, como una suerte de Y2K -¿se acuerdan del colapso del mundo por el cambio de milenio?-, estaba a la vuelta de la esquina. Nadie sabía demasiado qué consecuencias traería para el hombre común ese día, esa ley, ese cambio, pero la presencia omnímoda de esa fecha les daba a aquellas horas frenéticas un hálito de inminencia inquietante. En ese panorama, posterior al cacerolazo del 28N, Darín se paraba como quien quiere observar y opinar sobre dos ejércitos gritones que van a estrellarse de frente. 
Y no era muy optimista. 
Darín: Están pasando cosas rarísimas. No se nos permite pensar fuera de lo establecido. Te dicen lo que tenés que pensar y en qué dirección, y si no estás de acuerdo, sos un hijo de puta.  
Brando: El que disiente es enemigo.  
Darín: ¡Están todos locos! La locura y el enojo no dejan ver con claridad. El comienzo del camino al fanatismo es este. Creer que todo lo que no se alinea o no está en armonía con su pensamiento se construye casi como el enemigo. No para vencerlo, para eliminarlo. Y eso me asusta.  
A mediados de 2012, Darín fue como invitado al programa televisivo TVR. El espacio, alineado con el Gobierno y cuya temática es la televisión misma, presentó un informe en el que el periodista Jorge Lanata era demonizado, caricaturizado y demás. Sereno y poco complaciente, cuando a Darín le tocó intervenir, dejó bien en claro que lo que había en el aire era una suerte de batalla entre dos grupos de poder (Gobierno y Clarín) y que parecía que todos querían empujarnos a que nos alineáramos con algún sector. "En cuanto a Lanata, bueno. Yo creo que él debe estar muy dolido, debe estar enojado".   
Bastó esa frase, y esa equidistancia, para que Darín, el popular Darín, el gran actor, el presidente de jurados de festivales internacionales, el carismático, el benefactor, cayera en la consideración implacable y crítica de algunos comisarios de la verdad oficial. 
"La historia de nuestro país está dividida entre Boca y River", dice Darín mientras hunde su cuchillo en una entraña a punto. En Buenos Aires se acaba de caer el cielo, y como suele ocurrir cuando las tormentas duran horas, Palermo se convierte por un rato en Venecia. "Eso está estrechamente en relación -sigue Darín, desatado- con el pensamiento de que siempre va a haber alguien que nos va a salvar. Somos un país niño: necesitamos un papá. Necesitamos a alguien que nos diga cómo se tienen que hacer las cosas. Cuando vino la democracia en el '83, después de toda esa serie de frustraciones, la esperanza siempre fue con cierta prudencia. Parece que no aprendimos un sorete, porque es tan loco plantear, como planteaban algunas minorías, ciertas actitudes intempestivas y anacrónicas como del otro lado creer que porque te votó el 54%, te la mandé a guardar, bancátela, y te la tenés que fumar".  
Brando: El que no te vota es enemigo.  
Darín: Eso termina en quilombo. En las culturas más civilizadas, cuando detectan a alguien que no te vota, lo primero que hacen es seducirlo. No eliminarlo ni desacreditarlo.  
Brando: Y, en el mejor de los casos, escucharlo.  
Darín: Nooo, para eso falta mucho. Nosotros no nos escuchamos entre nosotros. Yo no sé si van a escuchar lo que pasó el otro día (por el cacerolazo), pero fue una cosa muy grosa. Fue mucha gente, mucha.  
Sentado en un bodegón de la calle Humboldt -de esos pocos que sobreviven con mozos de 75 años, flan casero recargado y mantel de hule-, a punto de ponerse en la piel de un abogado (otro más) para una película que se estrenará a fin de año - Séptimo, de Patxi Amezcua- y con otro film recién estrenado en cartel - Tesis sobre un homicidio, un thriller psicológico en el que también interpreta a un hombre de ley obsesionado con un alumno-, Darín pertenece a una generación de la que no se siente muy orgulloso. Nacido en 1957, el actor no está conforme con el mundo que les deja a sus hijos. 
Darín: Los chicos se llevan la peor parte. Yo no les he dado un buen ejemplo a mis hijos. Mi generación no lo ha dado.  
Brando: ¿La anterior a la tuya sí lo dio?  
Darín: Nuestros padres fueron heroicos.  
Hijo de un actor que además de bohemio y austero también era poeta, Darín está desencantado. Su padre, con una larga trayectoria en radio y teatro, lo trataba de usted y siempre le repetía una frase que para él era inaprensible, tal vez inexplicable, pero que cuando murió, el enorme significado que tenía cayó con todo su peso sobre él: "No tenga nada, porque todo esto es mentira". El día que falleció, Darín y sus hermanas fueron a retirar sus pertenencias de la pieza en la que vivía. Allí, atravesado por el dolor, en medio de un cuarto austero y con aroma a muerte, Darín se dio cuenta de que su padre había tenido para sí esa frase como máxima: "No tenía nada, pero no tenía nada en serio. Dos pares de zapatos, dos sacos, dos camisas. Había sido íntegro hasta las últimas consecuencias. Me quedé sentado en su cama mirando todo. Fue una lección tremenda".  
A los 55 años y alejado de cualquier bandera política, el gran actor argentino repasa este momento social convulsionado y lanza algunas pistas de las que para él son las falencias del Ser Nacional. Amor escepticismo y prudencia en la era del fanatismo ideológico.
¿Qué brecha es la que se abre, qué abismo aparece adelante cuando un padre da un ejemplo de vida -y de muerte- como ese y el mundo no solo no le va en saga, sino que viaja a toda velocidad hacia las antípodas de esa heroicidad moral? En algún lugar, Darín cree que hay un agotamiento y un declive inapelables, y que si dentro de un tiempo nadie hace nada, no nos van a reconocer ni por la dentadura. Como si habitáramos un país que nunca pierde la oportunidad de perder una oportunidad. 
Darín: ¿Cómo puede ser que nosotros, que tenemos un país de la gran puta con gente fantástica, salvo algunos diseminados por ahí que son unos boludos o unos mierdas, cómo puede ser que estemos parados sobre este suelo cuando la gente que vino acá -los inmigrantes- pensó que estaba en el paraíso? ¿Cómo puede ser que nosotros no nos pongamos de acuerdo para administrar con corrección? ¿Qué es esto de que yo te gané y me agarro los huevos y me cuelgo del alambrado? Es ridículo. Eso es como desconocer que la bocha siempre está girando: va y viene.  
Brando: Como si el clima de rivalidad no pudiera dejarse de lado nunca.  
Darín: Claro, está planteado con un infantilismo terrorífico. Porque solo los niños pueden ser tan crueles. A mí me preocupa esto de que tenés que ser de uno o de otro. No tener derecho a tener una posición diferente. ¿Pero quién sos? ¿Qué te pasa?  
Brando: En ambos lados son iluminados.  
Darín: Hay que ser muy claros y muy lúcidos para no dejarse engañar. Estamos viviendo un momento bisagra. Creo que este gobierno tiene la oportunidad histórica de decir, porque creo que todavía la sigue teniendo: "Bueno, muchachos, tenemos este país, terminemos con los prejuicios heredados, saquémonos la careta y vamos para adelante". Un plan. Ideas. Tiene la oportunidad histórica de hacer un gobierno de convocatoria. De decir: "Vení".  
Brando: El tema es tolerar lo distinto, ¿no?  
Darín: Mirá, ¿sabés por qué hice doce años ART? Porque, contrariamente a lo que todo el mundo creía -que hablaba de la amistad-, yo siempre fui un convencido de que ART hablaba de algo que nunca va a desaparecer: la intolerancia. No admitir que el otro puede pensar distinto. Es una obra que tiene una vigencia que nunca va a perder.  
Brando: Habla de la condición humana.  
Darín: Como si hubiera gente que quiere una cosa distinta de la que quieren otros. Si todos queremos lo mismo: vivir en paz, trabajo, educación. Todos hablan de Cristina, pero yo no sé si el tema es Cristina. Yo creo que ella tiene un grupo de asesores que están todo el día laburando, o haciendo que, y son los que le llevan la comida predigerida; me parece que a esos hay que hablarles, pero no estoy seguro de que ellos quieran escuchar a nadie.  
Brando: Hay mucho fanatismo ahí también.  
Darín: Desde afuera se ve que estamos en el fondo del mar. Yo quiero que le vaya como los dioses. Yo quiero que timonee, que convoque, que baje la adrenalina, que llame a una reconciliación. ¿Cómo puede ser que entre la gente común haya amigos que no se dirigen la palabra? ¿Sabés hace cuánto que no pasaba eso?  
Brando: Eso también está ocurriendo en las familias.  
Darín: Claro, no se pueden juntar porque se agarran a trompadas.  
Brando: La soberbia del hombre.  
Darín: Diferencias siempre existen. Siempre. Pero lo que hay que preguntarse es cuáles son los otros objetivos. Hay que ponerse de acuerdo con eso, y ahí hay muchas divergencias, porque hay gente a la que le interesa todo un sorete y de verdad le chupa un huevo que haya pibes con los ojos hasta las rodillas a las cuatro de la mañana en las esquinas. Creen que desentendiéndose de eso y atendiendo su casa están protegiendo su quinta. No entendieron que el axioma funciona exactamente al revés. Pero hablás de eso, del amor, y te ponen unas caras. Como que dicen: "Bueno, lo perdimos".  
Aun cuando no es muy afecto a promocionar esas iniciativas, Darín tiene una larga trayectoria de compromiso social y solidaridad. Desde hace ya varios años que estableció una amistad conJuan Carr, líder de Red Solidaria, con quien, al menos una vez al año, organiza festivales para recaudar fondos que sirvan para la ayuda humanitaria. Hilarantes pero no por eso menos efectivas, son ya históricas sus participaciones en el programa Tenis por la vida, en las que empuñaba una raqueta junto a Emilio Disi, José Luis Clerc o Martín Jaite. Hasta no hace mucho, enfrente de su casa, una pintada anunciaba: "Gracias, Ricardo Darín, por ayudar a los wichis".Esa hospitalidad silenciosa es parte indisoluble en la vida de Darín. Todo el tiempo, a toda hora. Enterados de esa sensibilidad, pero sobre todo considerando los altísimos niveles de aceptación y de buena imagen que tiene el actor, no fueron pocos los políticos que se le han querido acercar. Él se sentó con algunos de ellos, pero la mayoría de las veces se levantó espantado. 
Brando: ¿Qué te dicen tus amigos o allegados cuando les hablás de recuperar el amor?  
Darín: Se me cagan de risa en la cara. ¡Obvio! Pero ojo, yo hablo del amor en el sentido más primitivo del término. No quiero odiar al tipo que piensa diferente, que se viste diferente, que hace todo diferente a lo que hago yo. Tengo que intentar entenderlo, porque estoy seguro de que tenemos algo en común, pero no nos lo permiten.  
Brando: Hay un desprecio que estuvo macerándose en la gente, pero también parece que hay algo perverso en la condición humana. El escritor español Juan José Millás dice algo interesante: "Al ser humano no le alcanza con ser feliz, para que su dicha sea completa tiene que ver la desgracia del otro".  
Darín: Es lo mismo que el dicho ese: "Siéntate en la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo". A mí me llama mucho la atención ese fanatismo. ¿Qué pasó con las mentes abiertas?  
Brando: En las redes sociales, eso se exacerba.  
Darín: Hay una estigmatización, con un nivel de violencia increíble. Las redes tienen una condición de anonimato que protege. Una vez, Pedro Almodóvar dijo en una marcha contra la guerra en España: "Tenemos que tener mucho cuidado con el odio. Nosotros no podemos inspirar ni fomentar el odio, porque el odio es la única cosa que nunca se olvida. El amor pasa, todo pasa, pero lo único que no pasa es el odio. Y nosotros, al enviar soldados a una guerra que no es nuestra, estamos fomentando un odio a nuestro país que no nos pertenece". Esto es un poco lo mismo.  
Brando: El dolor es un sentimiento más profundo que la dicha que genera la felicidad.  
Darín: Yo soy esa clase de boludos que, por mi generación, me la pasé esperando que llegara el tan famoso año 2000, porque todos imaginábamos que ese año se iba a cumplir lo que decía Perón: "O unidos o dominados". Yo esperaba en términos de especie humana, dándonos cuenta de todos los errores, que nos iba a ayudar a mirar para adentro, a reflexionar. Yo, con mi espíritu un poco renacentista y un poco hippie, esperaba que nos miráramos y dijéramos basta. No solo no pasó, sino que al haberse desordenado el tablero con la caída del Muro, que en un punto aquel contrabalance era saludable, el 2000 nos agarra más en bolas: no hubo una puta sana idea globalizadora en ninguna dirección. Los países más industrializados, que son los que más aportan a la contaminación, son los que deciden no formar parte de la discusión. ¿Me estás jodiendo? Es ridículo. Ya no es Argentina. La bajada de línea es que la salvación es individual.  
A los 55 años y alejado de cualquier bandera política, el gran actor argentino repasa este momento social convulsionado y lanza algunas pistas de las que para él son las falencias del Ser Nacional. Amor escepticismo y prudencia en la era del fanatismo ideológico.
Brando: Sos un iluso.  
Darín: Porque hablo del amor en términos institucionales. Yo, para querer a mi ciudad, tengo que sentir que la ciudad me quiere a mí. Para sentir que yo pertenezco a ella, tengo que estar en sintonía, y así con el país.  
Brando: ¿Es como predicar sobre Jesús en un cabaret?  
Darín: Y sí, pero aun a riesgo de ser considerado un pelotudo, creo en serio que si no bajamos la adrenalina con eso de que soy el más vivo, el que se las sabe todas, y no nos empezamos a escuchar, especialmente a los que piensan distinto, no funciona. Escuchar solo a los que piensan como nosotros es como hacerte la paja. Pero el ejemplo es siempre verticalista: vos tenés que tirar una onda desde arriba. No podés ofrecer confrontación. Un funcionario público que forma parte de un gobierno democrático no puede salir a cagarse en un ciudadano porque piensa distinto, tiene la obligación de coserse el culo con hilo de matambre, tratarlo como si fuera una señorita y dar un ejemplo de cómo se debe hablar en un medio de comunicación. Porque, entonces, para que yo aprenda, que soy una bestia, que a pesar de que existen tipos que opinan todo lo contrario, hay una manera de que la cosa funcione.  

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